Descubre la historia del joven nadador Lagunero que está cautivando al mundo con su pasión. Su disciplina y esfuerzo lo ayudó, ha forjado un camino sólido hacia las Olimpiadas de París 2024. Apoyado por familia y amigos, Miguel De Lara entiende perfectamente que los sueños se alcanzan con trabajo arduo y lucha constante. Inspirando a jóvenes nadadores, su historia es un símbolo de éxito y superación. Ha enfrentado obstáculos con determinación, demostrando que los límites son meras ilusiones. ESCAPARATE te invita a leer, en esta exclusiva entrevista, la motivación, desafíos y triunfos que este joven atleta nos platica, emocionándonos con su increíble viaje hacia la grandeza. Adéntrate en esta apasionante historia y déjate inspirar. ¡Bienvenidos a su mundo de los logros y las emociones!
Platícanos cómo y dónde comenzó tu experiencia con el mundo de la natación, tus maestros, tus primeros recuerdos…
Soy asmático de nacimiento, y una de las recomendaciones para reforzar el sistema respiratorio era ir a nadar, entre inflar globos y otras cosas, y así es que empecé a nadar. Cuando fui a las primeras competencias, me di cuenta de que me encantaba la parte competitiva. Uno de mis primeros recuerdos con respecto a esto, es cuando tenía 8 años, y antes de una competencia había un chavito y le aposté que yo iba a romper el récord de la competencia, en aquel entonces estaban de moda las cartas de Yu Gi Oh, y cuando gané fui y se la cobré je je je.
¿Hubo algún desafío que tuviste que vencer al comenzar a nadar?
Un “desafío” tal cual, no; pero desde chico siento que estuve muy consciente de que “si yo hacía el trabajo, iba a obtener los resultados”. Entonces, creo que lo más difícil fue aprender a tener la paciencia, ya que no me desarrollé tan rápido como los otros niños; cuando tenía 14 años aproximadamente, yo me veía y era mucho más chico en estatura que mis rivales y recuerdo a mi papá diciéndome: “No los vas a cargar, no te preocupes, esto se trata de tocar primero”, por otra parte, mi entrenador César Olvera me decía que siempre tuviera “paciencia”, que eventualmente me iba a desarrollar y entonces sería algo más justo.
Cuéntanos qué te gusta hacer, cuándo no estás entrenando…
Me encanta jugar videojuegos. Los fines, cuando tengo tiempo, me gusta meterme a Twitch y hacer “live streaming”, tengo pocos seguidores, pero es algo que me gusta mucho hacer. También me gusta mucho programar, ahorita estoy haciendo un curso de “Data Science” en Python, esto es algo que desde secundaria me llamaba la atención.
¿Cuál es tu especialidad en la natación y por qué decidiste enfocarte en esa disciplina?
Mi especialidad es el estilo de PECHO, 50, 100 y 200 metros, pero yo no lo elegí como tal, ósea, mi entrenador nos hacía entrenar para la prueba más larga y difícil que son los 400 metros combinados donde se nadan los 4 estilos y él decía que, conforme pasara el tiempo, mi cuerpo solito iba a ir decidiendo cuál de los estilos sería mi “especialidad” y así fue, poco a poco el estilo de pecho fue siendo más dominante que los otros, así que diría que “yo no lo escogí, este me escogió a mí”.
¿Cuáles han sido tus competencias más relevantes hasta el día de hoy y por qué crees que destacan para ti?
Para mí son los Juegos Centroamericanos y Panamericanos. Mi primera medalla internacional la obtuve en Veracruz en 2014 (200 mts. Pecho, Medalla de Plata), esto me abrió la mente sobre lo que podía lograr y alcanzar. Después los Juegos Panamericanos, mis primeras finales; luego Barranquilla en 2018 mejoro mi participación en los Juegos Centroamericanos (Medalla de Oro), todas estas competencias me ayudaron, pero también el no haber clasificado para las Olimpiadas de Río y Tokio fueron un excelente maestro de vida.
¿Cómo es tu régimen alimenticio para mantener un buen desempeño en la natación?
Llevo un régimen basado en LA ZONA, mi nutrióloga es la María Guadalupe Domenzain, soy muy estricto con esta dieta, cada vez que la hago perfecta me ha ido de maravilla. Como 5 veces al día, porciones grandes, soy muy puntual y exacto con las mediciones, casi parecería que tengo un poco de obseso-compulsión, peso absolutamente toda la comida, desde las nueces y el aceite de oliva, la carne, frutas y verduras, todo.
Cuéntanos sobre tu preparación física y mental para competir a nivel nacional e internacional…
La parte física es entrenar en el gimnasio, de lunes a viernes, no muy pesado porque no enfocamos más en la forma, hacer todo perfecto, ya que a veces por meter mucho peso, sacrificas técnica y conmigo eso no va por ahí. Lunes, Miércoles y Viernes entreno 2 sesiones de 2 horas en el agua, Martes, Jueves y Sábado, una sola sesión. La preparación mental, de chico iba con un psicólogo para temas personales, de más grande fui aprendiendo a tratar la mente con errores y fallos y como superarlos, haciéndome las preguntas duras, buscando la mejor respuesta para mí.
¿Cómo te sentiste al haber calificado para las Olimpiadas de París 2024?
Me sentí muy feliz y muy aliviado, les dije a todos que “por fin voy a poder dormir tranquilo”. Que todo el trabajo que había hecho había valido la pena.
¿Qué consejos le darías a los jóvenes que quieren dedicarse a la natación de manera profesional?
Que tengan paciencia. Está comprobado que los “latinoamericanos” tardamos más en llegar a nuestra mejor forma, nos toma muchos años (alrededor de los 30 años). No se desesperen. Hagan el trabajo diario, busquen ser mejores diario.
¿Qué otras metas tienes para después de competir en los Juegos Olímpicos de Parías 2024?
Después de estos Juegos Olímpicos, seguiré entrenando para las olimpiadas de Los Ángeles en 2028, y me gustaría apoyar a más atletas mexicanos a mejorar porque creo que falta mucho apoyo en ese sentido, apoyo hasta moral, ayudarlos a encontrar la manera de que crean en ellos mismos y que lo que se proponen lo pueden lograr a pesar de las circunstancias.
