Isabel Herrera es una artista diseñadora de joyería con una atención maravillosa a los elementos que arman las más delicadas y sublimes joyas. Cada detalle está pensado y trabajado por sus manos expertas, las piezas de joyería de sus colecciones evocan una idea diferente. Su manejo y conocimiento de piedras preciosas, con aplaudibles técnicas como el pavé, se ve reflejadas en las bellas composiciones de sus piezas. Cada detalle está meticulosamente ordenado para dar una esencia y vida perfecta a cada joya. Hay que dedicar tiempo y calma para analizar cada diseño y decidir cuál es aquella que nos va mejor. Te invitamos a explorar este maravilloso mundo de brillos y destellos que Isabel Herrera trae para nosotros. ¡Conócela!
Háblanos brevemente sobre el inicio de tu joyería.
Mi conexión con los metales preciosos surgió desde niña debido a la industria minera de la familia paterna. Ese vínculo me llevó a considerar la creación de joyas como forma de añadir valor a la materia prima.
¿Dónde estudiaste diseño de joyería y cuál es tu estilo personal?
Estudie Diseño y Manufactura de Joyería en Florencia, Italia, en el Instituto Metallo Nobile. Además, Historia del Arte Miniatura en el Centro di Formazione Professionale di Firenze. Viví casi 8 años en Italia, por lo que tuve la oportunidad de tener experiencia laboral en el sector. En Los Ángeles, California, mi residencia actual, me especialicé en la evaluación de Diamantes y Perlas, así como en el programa de Joyería Profesional en el Gemological Institute of America (GIA). Mi estilo fusiona la técnica tradicional italiana con la vitalidad de los colores mexicanos, creando una síntesis de elegancia clásica y energía cromática.
¿Cómo te destacas entre otras joyerías?
Me dedico a diseñar joyas únicas y exclusivas bajo pedido. Mi proceso implica la elección de los mejores materiales: gemas preciosas como diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas, así como metales preciosos. Comienzo con una propuesta detallada, bocetos y diseños técnicos en CAD/CAM, y luego confecciono las piezas en mi taller orfebre en el Centro Joyero de Los Ángeles, California.
También realizo remodelaciones de joyas, colaborando con laboratorios gemológicos respaldados por la Asociación de Peritos Valuadores de Estados Unidos.
En casos necesarios, trabajo con lapidarios especializados en gemas preciosas para revitalizar las piedras. Aplico este mismo proceso de diseño, basándome en el estudio detenido de las necesidades, gustos y estilo de vida del cliente.
¿De dónde surge tu inspiración para diseñar?
Cada cliente es único; por ello, mi enfoque inicial es comprender sus preferencias. Mi experiencia de más de 25 años en el sector me permite decodificar con facilidad el estilo individual de cada persona. Iniciamos con un “mood board” que exhibe una variedad de estilos en engarces, combinaciones y tipos de joyas, basándonos en modelos previamente realizados. Luego, avanzamos a la etapa de propuesta según los gustos y preferencias del cliente. En este proceso, el cliente me guía en lo que considera apropiado y trabajamos juntos hasta alcanzar la satisfacción mutua.
Productos y servicios destacados
Considero que los anillos de compromiso y las argollas de matrimonio son mis productos más destacados, pero todos tienen un toque único y especial. Mi licencia de mayorista en gemas preciosas en Estados Unidos, junto a mi ubicación en el influyente mercado de Los Ángeles, me permiten obtener gemas excepcionales para distintos presupuestos. Mi inclinación por la esmeralda influye en las solicitudes de joyas con esta gema, como anillos, aretes y colgantes.
¿Cuáles son tus planes futuros para el negocio?
En un futuro cercano, Claudia Estrada y yo lanzaremos una colaboración para mantener los servicios de alta calidad en México. También, recientemente, inauguré un centro de diseño de joyería exclusiva en la ciudad de Palos Verdes. Este nuevo proyecto me emociona, ya que crearemos piezas que demandan semanas e incluso meses de trabajo, con diseños y técnicas sumamente complejas, y un profundo conocimiento de gemas, algo que verdaderamente me apasiona.
