FERNANDO OROZCO
En esta edición especial de junio, dedicada a los hombres que inspiran, Fer Orozco nos abre su corazón desde un lugar profundamente íntimo. No solo lo conocemos como empresario y fundador de Baldoria, sino también como hijo orgulloso y padre comprometido. En una charla cercana, Fer rememora momentos entrañables con su papá, a quien describe como su héroe y mayor ejemplo. “Nos inculcó valores y principios, y siempre estuvo ahí para rescatarme de las situaciones complicadas en las que me metía de niño”, recuerda con una sonrisa.
La portada que protagoniza junto a su padre no es casualidad: es un homenaje a los vínculos que lo han formado. Uno de los recuerdos más significativos para Fer es un partido de fútbol entre padres e hijos, un instante que simboliza esa conexión emocional que lo marcó desde pequeño. Ahora, desde su propia experiencia como papá, comparte que su mayor deseo es heredarle a su hija los mismos valores que recibió: fe, unión familiar y amor incondicional.
En lo personal, como padre, siempre ha estado comprometido con formar una familia unida, llena de amor y respeto. Y en lo profesional, es un ejemplo a seguir por su integridad y su capacidad para hacer que las cosas sucedan.
Más allá del ámbito personal, Fer también reflexiona sobre su vida profesional al frente de Baldoria, un restaurante que se ha mantenido vigente durante casi 14 años. Para él, la clave está en la autenticidad y el esfuerzo constante. “El amor, la perseverancia y la disciplina con la que se trabaja siempre dan como resultado cosas extraordinarias”, afirma convencido. Su visión de negocio no solo ha sido técnica, también ha sido emocional, construida desde la entrega total.
Al preguntarle qué significa Baldoria, Fer lo define como un sueño hecho realidad, uno que comenzó desde sus años universitarios. Hoy, ese sueño alimenta no solo a cientos de comensales, sino también a su familia, a quienes involucra en cada paso del camino. Su meta pendiente con su padre, confiesa, es asistir juntos a un Mundial, una ilusión que refleja su deseo constante de compartir y crear recuerdos.
Cada uno de nosotros es el autor de su propia historia.
Entre risas, metas y aprendizajes, Fer deja claro que su historia se escribe todos los días con propósito y corazón. “Cada uno de nosotros es el autor de su propia historia”, asegura. Y en la de él, los ingredientes principales son la familia, la fe y el trabajo bien hecho.
