DRA. SOFÍA GODOY 

“Me gustaría motivar, especialmente a las mujeres, a buscar una carrera que las impulse y motive, evitando la presión por alcanzar una perfección inalcanzable en todos los ámbitos”, nos platica la Dra. Sofía Godoy, otorrinolaringóloga y cirujana, en exclusiva para nuestra última edición del año, con la esperanza de inspirar a más mujeres a perseguir sus sueños. ¡Conócela! 

Es un gusto para mí estar en esta edición de diciembre de una revista que me ha acompañado a lo largo de casi 10 años, y relatar algo de mi historia que espero sea del agrado de todos los que nos leen. Me describiría como una persona trabajadora y persistente, una mujer que ama los momentos en familia, quienes son mi pilar y una parte fundamental de lo que soy en este momento. Me considero agradecida por las oportunidades, y a la vez sensible y empática. Aunque muchas veces cargo con responsabilidades que no me corresponden, para mí siempre es más satisfactorio ser servicial. Disfruto hacer sentir acogidos y en un ambiente agradable a mis familiares y amistades, lo cual creo que es una característica muy marcada en mí. A su vez, soy algo desordenada y distraída, por lo que es fácil que olvide tareas o fechas importantes. En general, me considero hogareña, seria e introvertida, pero con las personas que amo y en quienes confío, aflora mi lado más divertido. 

Desde mi perspectiva, la medicina es una de las profesiones más nobles, sublimes y complejas. Nos enfrenta a desafíos constantes, pero también nos regala muchas satisfacciones. Es una carrera que nunca termina, ya que requiere actualización constante. Disfruto ser médico y elegí especializarme en otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello. Más adelante, me enfoqué en rinología y cirugía facial, especialmente en la estética de la nariz, un área que amo y en la que tengo más de 11 años de experiencia. 

No fue algo planeado, sino que se dio de manera natural. Tengo la fortuna de trabajar con mujeres talentosas, dedicadas y, además, amigas de años. Mi mejor amiga, con quien tengo una relación de 23 años, es mi anestesióloga, lo que me brinda confianza absoluta. También trabajo con otras dos médicas extraordinarias que admiro profundamente. Conformamos un equipo sólido en el que nos apoyamos mutuamente, tanto profesional como emocionalmente. 

Es un reto constante, pero trabajo en ello todos los días. Creo que hay etapas en las que es necesario priorizar diferentes aspectos de la vida. Si bien ser madre es mi prioridad número uno, también me esfuerzo por dedicarme a mi profesión, ya que me apasiona y es la base para un futuro estable. Me gustaría motivar, especialmente a las mujeres, a buscar una carrera que las impulse y motive, evitando la presión por alcanzar una perfección inalcanzable en todos los ámbitos. 

Mi trabajo es uno de mis mayores placeres; lo disfruto tanto que lo considero un pasatiempo. Cuando eres feliz en lo que haces, el trabajo deja de sentirse como tal. Además, me encanta leer novelas de misterio y libros de superación personal. Viajar es otra de mis grandes pasiones: disfruto los viajes con mis amigas, que considero los más terapéuticos de mi vida, pero también los que hago con mis hijos, enseñándoles lugares y culturas diferentes. Incluso los viajes en solitario son una experiencia enriquecedora, pues permiten aprender más sobre uno mismo. Con mi familia soy protectora y procuro estar al pendiente de mis padres y mis hermanos, ya que soy la hermana mayor. Trato de organizar salidas con ellos, al menos una vez por semana, para compartir lo que ha ocurrido. Con mis hijos soy la más consentidora; ellos son mis príncipes y siempre están al pendiente de su mamá. También procuro dedicar un día a la semana a mis amigas, para platicar, reír y fortalecer ese apoyo femenino. 

No cambiaría nada, ya que todas mis vivencias han construido lo que soy hoy. Lo que mi yo actual le diría a mi yo de hace años sería que no tomara la vida tan en serio, que se atreviera a hacer aquello que temía y que no fuera tan dura consigo misma. Le diría que se relajara más y que disfrutara al máximo, porque el tiempo avanza y no hay forma de recuperarlo. 

Creo que estoy trabajando para vivir en plenitud. Esto incluye balancear mi trabajo, familia, amistades y pareja. Sin embargo, como la vida no es estática, siempre habrá pendientes y cambios. Lo importante es disfrutar el presente y buscar el equilibrio en todos los aspectos. Aunque mantener esta armonía es complicado en el ritmo actual, la clave está en priorizar y no cargar demasiado en una sola dirección. 

Les diría que no tengan miedo a fallar, sino a no intentarlo. Las oportunidades son únicas, y debemos tomarlas. Buscar el equilibrio en todos los aspectos de la vida nos permitirá sentirnos más plenos como personas. 

Le tengo un cariño especial a Escaparate, ya que fue de los primeros medios en apoyarme al inicio de mi práctica profesional. Me gusta que impulsa a emprendedores y nos mantiene actualizados sobre la sociedad en la Comarca Lagunera. 

“Cuando eres feliz en lo que haces, el trabajo deja de sentirse como tal.” 

“No tengan miedo a fallar, sino a no intentarlo.” 

“Las oportunidades son únicas, y debemos tomarlas.” 

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